La luz del día empieza a desaparecer por el horizonte y es hora de irse a la cama. Hugo, un bebé de meses acaba de salir de su baño y su madre le tumba en su cuna. Mientras la balancea suavemente tararea una nana...Hugo cierra los ojos poco a poco, suspira y se queda dormido.
Daniela tiene ya dos añitos y medio. Jugando tranquilamente empieza a oír "Sir Duke" y rápidamente se pone en pie y comienza a bailar. Al verla, su padre la coge de las manos y comienzan a dar vueltas por la sala.
La música tiene un poder que va mas allá de las palabras y genera conexiones entre padres e hijos a la vez que a los pequeños les llena de emociones y sentimientos.
La música está en todas partes, en un aplauso, en el latir de un corazón, el viento de una tarde de otoño... no se necesita ningún tipo de lección ni de equipo específico para disfrutar de ella. Cualquier canción que recuerden de sus padres o sus abuelos sirve para crear un vínculo con sus hijos.
La música, esa compañera fiel de nuestras vidas, no solo es una fuente de diversión y entretenimiento, sino que tiene un impacto profundo en el desarrollo humano, especialmente en la adquisición del lenguaje y en nuestro bienestar emocional. La influencia de la música en el desarrollo infantil y el lenguaje es clave. Como hemos visto en la historia de Hugo y Daniela, la música es un lenguaje universal que conecta a padres e hijos de una manera única, llenándolos de emociones y sentimientos. Pero, ¿cómo es que la música puede ser una herramienta tan poderosa en la crianza de los niños? La respuesta, como nos dice la neurociencia, radica en la influencia que ejerce en nuestro cerebro.
La música no solo es una serie de notas y ritmos agradables, sino que también es un estímulo complejo que despierta diferentes áreas de nuestro cerebro. Cuando los bebés escuchan música, están siendo expuestos a patrones rítmicos y melódicos que estimulan la plasticidad de sus cerebros en desarrollo. Esto les ayuda a desarrollar habilidades auditivas y cognitivas fundamentales para el lenguaje. De hecho, varios estudios han demostrado que los niños que son expuestos a la música desde temprana edad tienen una ventaja en el desarrollo del lenguaje, mostrando un vocabulario más rico y una mayor capacidad para comunicarse.
Pero la influencia de la música va más allá. La música tiene la capacidad de influir en nuestras emociones y estados de ánimo. Las canciones alegres pueden elevar nuestro espíritu y darnos energía, mientras que las melodías melancólicas pueden inspirar la introspección y la empatía. Cuando compartimos estos momentos musicales con nuestros hijos, estamos fortaleciendo los lazos emocionales y creando recuerdos preciosos que perdurarán a lo largo de sus vidas.
La música es una herramienta accesible para todos, no se necesita ser un virtuoso para disfrutar de sus beneficios. Puede ser una canción que tarareábamos junto a nuestros abuelos o una melodía que nos recuerda a nuestros padres. Todo lo que se necesita son dos oídos y la voluntad de compartir estos momentos especiales con nuestros hijos.
Aquí te dejo una lista de las 10 canciones más alegres según los expertos en neurociencia, para que puedas disfrutarlas con tus seres queridos y llenar sus vidas de alegría:
"Don't Stop Believin'" - Journey
"Here Comes the Sun" - The Beatles
"Walking on Sunshine" - Katrina and The Waves
"Happy" - Pharrell Williams
"I Want to Hold Your Hand" - The Beatles
"Sweet Caroline" - Neil Diamond
"Uptown Funk" - Mark Ronson ft. Bruno Mars
"What a Wonderful World" - Louis Armstrong
"I Gotta Feeling" - The Black Eyed Peas
"Twist and Shout" - The Beatles
Estas canciones son una muestra de la alegría que la música puede traer a nuestras vidas, así que no dudes en ponerlas en práctica y disfrutar de momentos memorables junto a tus seres queridos. La música, como hemos descubierto, es mucho más que sonidos; es un lazo que une generaciones y un regalo para el cerebro y el corazón.
Solo se necesitan dos oídos y alguien con quien compartirla. ¡A disfrutarla!
Yorumlar