¿Retrocediendo o avanzando? La dicotomía que nos lleva a la falsa guerra entre libros y pantallas.
En este breve artículo reflexiono sobre esta noticia catastrofista que escuchamos últimamente en la que parece que la digitalización es el mal del siglo XXI y que lo correcto es volver atrás, al aprendizaje con libros. Y digo yo, ¿y por que no volvemos atrás en otras cosas perjudiciales? ¿Realmente la marcha atrás es la solución? Evitemos la falsa guerra entre libros y pantallas.
Tensión digital-analógica
No cabe ninguna duda que la tensión entre lo digital y lo analógico en el aula es un debate que ha cobrado mucha relevancia en los últimos años. Voy a empezar por el final, por decirlo de alguna manera, para entender mi reflexión, pues ambos enfoques tienen un valor innegable y lejos de ser opuestos, se complementan de manera enriquecedora.
Dicho esto, ya estoy planteando mi respuesta. No creo que deba existir un debate entre lo analógico y digital, más bien el debate debe dirigirse a:
¿Los docentes quieren afrontan los cambios de este siglo en materia educativa? ¿Están preparados para ello? ¿Saben sacar el máximo partido a la tecnología? ¿Quieren los docentes salir de su zona de confort?
¿Es la función docente vocacional, donde además se entiende que esta profesión está sujeta a la adaptabilidad frente a todos los cambios que vienen y vendrán junto a las nuevas generaciones y ante los que hay que adaptarnos?
¿Entendemos que las nuevas generaciones acceden al conocimiento de otra manera al que accedimos nosotros?
¿Hay recursos materiales y económicos para acceder de manera correcta a la tecnología?
Esta última es clave para vertebrar todas las anteriores. ¿Existe en España una profesión docente valorada donde se reconocen los méritos, donde se trabaje por objetivos, se trabaje en equipos coordinados, donde te evalúen periódicamente y donde reconozcan tu trabajo a través, ni más ni menos, que con tu salario y en la que hay una Ley educativa perenne, lógica, entendible, realista, clara y concisa?
Y me voy a quedar aquí, en estos conjuntos de cuestiones, aunque sin duda podríamos hacernos más preguntas desde lo que realmente podemos analizar en las aulas.
La tecnología en el aula es una herramienta, no un fin.
Las plataformas digitales ofrecen un acceso inmenso a información, permiten la personalización de los contenidos y fomentan la colaboración entre estudiantes. Sin embargo, es fundamental comprender que la tecnología es un medio, no un fin en sí mismo.
A veces este planteamiento es confuso y erróneo si no tiene detrás un buen proyecto didáctico educativo en el que se entienda lo qué hacemos, para qué lo hacemos, cómo lo hacemos y qué queremos obtener.
La importancia de lo analógico
El regreso al libro físico en algunos colegios es una señal de que la comunidad educativa está reflexionando sobre el papel de la tecnología en el aula. Los libros, las libretas y los lápices siguen siendo herramientas valiosas para el desarrollo cognitivo. Actividades como la lectura en papel, la escritura a mano o la realización de esquemas favorecen la comprensión profunda de los contenidos, la creatividad y el desarrollo de habilidades motoras finas. Esto es innegable, pero ¿eso quiere decir que la tecnología deba desaparecer? ¿No deberíamos buscar un equilibrio?
Voy a remontarme al pasado a través de un ejemplo que pone muchas veces el profesor José Dulac: “Cuando apareció la televisión y los primeros ordenadores en las aulas, ocurrió lo mismo, nos invadió el miedo, las preguntas y las dudas, y fijémonos ahora, dichas herramientas son parte de nuestro día a día en una simbiosis perfecta equilibrada de forma general”.
Un equilibrio necesario
La clave está en encontrar un equilibrio que se aleje de la falsa guerra entre libros y pantallas, entre lo digital y lo analógico. No se trata de elegir uno u otro, sino de integrar ambos enfoques de manera coherente y pedagógicamente sólida. Algunas ideas para lograr este equilibrio son:
Uso pedagógico de la tecnología: la tecnología debe ser utilizada con fines educativos claros. Es importante seleccionar herramientas digitales que se ajusten a los objetivos de aprendizaje y que permitan a los estudiantes desarrollar habilidades del siglo XXI como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad.
Integración de las TIC en las metodologías activas: la tecnología puede potenciar metodologías como el aprendizaje basado en proyectos, el aprendizaje cooperativo o el aprendizaje invertido.
Formación del profesorado: es fundamental que los docentes estén capacitados para utilizar las herramientas digitales de manera efectiva y para diseñar actividades que combinen lo digital y lo analógico.
Fomento de la lectura y la escritura: a pesar de la importancia de las tecnologías, no debemos descuidar la lectura y la escritura en papel. Estas habilidades son fundamentales para el desarrollo del pensamiento crítico y la comunicación.
Conclusiones: tecnología y analógico no son enemigos
Lo tecnológico y analógico no son enemigos, sino aliados. Ambos tienen un papel importante que desempeñar en la educación del siglo XXI. Un enfoque equilibrado y pedagógicamente sólido permitirá a nuestros estudiantes desarrollar las competencias necesarias para enfrentar los desafíos del futuro.
Yo, personalmente, sigo y seguiré apostando por la tecnología en las aulas, eso sí, con un buen proyecto de base.
Enlaces a estudios generales sobre el impacto de la tecnología en el aprendizaje:
Impacto del uso de los recursos tecnológicos en el rendimiento académico: este estudio de Dialnet analiza cómo el uso de correo electrónico, internet y ordenador mejora el rendimiento académico en matemáticas y lectura.
TIC, motivación y rendimiento académico en educación primaria: este estudio de la Universidad de Salamanca evidencia una relación directa entre la mejora de la motivación y el rendimiento académico gracias al empleo de tecnologías digitales.
(https://revistas.usal.es/tres/index.php/eks/article/view/31799/29691)
Uso de tecnologías y rendimiento académico en estudiantes adolescentes: este estudio de la Revista Comunicar muestra que el uso equilibrado de las tecnologías contribuye a mejorar el rendimiento académico y el éxito en la educación superior.
Enlaces a estudios sobre motivación y herramientas digitales:
Innovación educativa en acción: herramientas digitales y su impacto en la motivación de estudiantes universitarios: este estudio de la Revista Horizontes destaca el potencial de las herramientas digitales para motivar a los estudiantes y fomentar su participación.
(https://revistahorizontes.org/index.php/revistahorizontes/article/view/1121/2049)
Tecnología y motivación para el desempeño académico de alumnos en educación básica: este estudio de Adaya Press muestra que los alumnos con mejor desempeño académico valoran más el uso de las TIC como herramienta de aprendizaje.
(https://www.adayapress.com/wp-content/uploads/2019/05/Parad8.pdf)
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