Navegando por las redes encontré esta herramienta que me dejó completamente cautivada por lo que decidí ponerla en practica en mi tutoría de este año (2º EPO) y la verdad es que está resultando ser todo un éxito.
Las criaturas silenciosas son unas pequeñas criaturas que provienen del planeta Calla-Critter. Las he visto de diferentes materiales, tamaños, colores y formas... cada uno/a es libre de dejar volar su creatividad y hacerlas como considere...
En la imagen podéis ver las que hice yo (una para cada alumno/a, en total hice 24), así como los pdf con las instrucciones, la carta de bienvenida, los carteles para el tarro o caja donde duermen y se resguardan del ruido y el certificado de propiedad. Puedes descargarlos desde el apartado recursos de la web, y están disponibles tanto en castellano como en euskera.
Antes de llevarlas al colegio, durante unos días, en clase les estuve hablando de ellas, de quiénes eran, lo que hacían, de dónde venían y que estaban en mi casa deseando conocerles a todos y todas.
¡Estaban entusiasmados con la idea de poder tener mascotas en clase! y cuando les conté que además si conseguían que se quedaran con ellos, conseguirían un certificado de propiedad y podrán llevárselas a casa para siempre.... ¡para qué queremos más!
Una vez en clase, las caras de emoción que vi no tenían precio, estaban todos y todas deseando conocerlas, a si que rápidamente nos pusimos a trabajar y poco a poco las Critters fueron apareciendo... primero las más atrevidas, se asomaban y se colocaban en un ladito de la mesa de los más concentrados. Más adelante las más tímidas también de tal manera que cuando acabó la sesión, casi todos los grupos tenían sus criaturas contentísimas en sus mesas.
Una vez en clase, las caras de emoción que vi no tenían precio, estaban todos y todas deseando conocerlas, a si que rápidamente nos pusimos a trabajar y poco a poco las Critters fueron apareciendo... primero las más atrevidas, se asomaban y se colocaban en un ladito de la mesa de los más concentrados. Más adelante las más tímidas también de tal manera que cuando acabó la sesión, casi todos los grupos tenían sus criaturas contentísimas en sus mesas.
En mi caso, las hice con pompones, ojos y gomaeva, pero cada uno es libre de crear y personalizar las suyas. Esto hará que sean aún más especiales. Podéis ponerles antenitas con limpiapipas, o crearlas más "mullidas" con pompones hechos de lana, por ejemplo. En Pinterest hay un montón de ideas que os pueden servir
Al acabar la clase, para que no se asustasen por el ruido que generan los intercambios, decidimos guardarlas y despedirnos de ellas hasta la próxima sesión, eso sí, todos apuntamos en nuestro class dojo que habíamos conseguido tener una durante esa clase para que quedase reflejado y que a nuestras Critters no se les olvide con quién quieren estar.
Lo que comenzó como un recurso para controlar el nivel de ruido en el aula, pasó a ser una herramienta que sirvió para trabajar contenidos, ya que nuestras criaturas viajaron por el mundo para ver los continentes, aprendieron las tablas de multiplicar y nos ayudaron con la ortografía entre otras cosas.
Como mascotas de clase nos ayudaron con la gestión emocional y en las asambleas de los viernes nos contaban historias y nos daban mensajes positivos.
¿Se te ocurre cómo utilizarlas en tus clases? ¡Cuéntame cómo!
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¡Hasta la próxima!